Cada uno cuenta las cosas desde su punto de vista. Habrá a quienes las decisiones que ha tomado el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer en relación con (por ejemplo) la pandemia de la Covid-19 les parezcan las únicas que podían razonablemente tomarse; a mí me parecen una sucesión de decisiones sectarias, insensibles y rayanas en la psicopatía.
Habrá a quienes les
parezca que la Comunidad de Madrid lo ha hecho mucho peor que el consejo de ninistros,
y que cuando sus medidas han tenido un resultado favorable ha sido por
casualidad, no por causalidad; a mí me parece justo lo contrario.
Y habrá quienes, como el
psicópata de La Moncloa, consideren un triunfo que la Unión Europea haya
aceptado -después de una pataleta infantil del jefe del ejecutivo español- considerar
a España una isla energética para intervenir los precios de la
electricidad, mientras que a otros nos parece que lo que ha ocurrido es que
Bruselas no nos deja solos, sino que va a supervisar las medidas que tome
España para controlar los precios de la energía.
Si es que somos, o nos consideran, como niños…
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