Tirando de memoria, diría que la llamada Primera Guerra Mundial -llamada así a partir de 1.939, supongo; antes de eso fue la Gran Guerra- se trató de un conflicto básicamente europeo. Es cierto que participaron naciones no europeas (básicamente Estados Unidos y, creo, Japón), pero el teatro de operaciones se desarrolló, básicamente, entre el Canal de la Mancha y el Mar de Mármara. Si hubo enfrentamientos en otras zonas del globo -viene a mi mente la película La reina de África-, fue en cuanto colonias de las metrópolis europeas (quizá podríamos exceptuar -acabo de acordarme de Lawrence de Arabia- las acciones contra las posesiones del Imperio Otomano en el Medio Oriente).
Otra cosa fue la Segunda
Guerra (esta sí de verdad) Mundial. Aquí sí que se combatió a lo largo y ancho del globo terráqueo,
por tierra, mar y aire, sobre la superficie y bajo ella: toda Europa al Norte
de los Pirineos, el Norte de África y el Mediterráneo, toda Asia al Sur de la
Unión Soviética, el Pacífico de Norte a Sur y de Este a Oeste, y gran parte del
Atlántico.
Por eso, cuando a
principios de Marzo Estados Unidos manifestaba que no combatiría en Ucrania porque sería la Tercera Guerra Mundial, eso me sugiere que en Washington saben, o
creen saber, que si se planta cara a Putin éste responderá atacando a todo lo
que se mueva. Es decir, que la responsabilidad de mundializar la
invasión de Ucrania no sería de Occidente, sino del sátrapa del Kremlin.
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