El desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer es, tomado en su conjunto o contemplando cada uno de sus miembros por separada, cobarde y estúpido, miserable y criminal. Encima, su capacidad de verbalizar sus pensamientos (entendámonos…) es, siendo misericordiosos, bastante limitadita.
A poco de comenzar la
invasión de Ucrania, el psicópata y sus acólitos se resistían a enviar armas a
los agredidos, en parte por tener a comunistas en su seno. Cuando por fin lo hicieron -los últimos de todos los países occidentales, o casi-, establecieron la
curiosa matización de hablar de armas ofensivas.
Cada vez que empleaban esa expresión, a mi imaginación saltaba un fusil que se dedicaba a insultar, o bien una escopeta de tacos… interpretando esta última palabra en toda su polisemia.
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