Un matón consigue lo que quiere mientras los demás no le hacen frente. Cuando, por fin, sus adversarios se plantan, se ve si iba en serio o estaba jugando de farol.
Claro, que hay veces en
que, aunque no sea eso lo que pretendía, el matón tiene que seguir con la
charada, porque si recula se verá que, en realidad, el emperador estaba desnudo;
o, hablando en términos más crudos, que si muestra el menor gesto de debilidad
o flaqueza, los que le apoyan se retirarán o, peor aún, se abalanzarán sobre él
para despedazarle…metafórica o literalmente.
No indicaba nada bueno (para
Rusia) el que, apenas una semana después de haber invadido Ucrania, Rusia -es
decir, Putin- pidiera a Estados Unidos que retirase sus armas nucleares deEuropa.
Bien es cierto que
cuando esas armas nucleares se instalaron, apuntaban al bloque soviético,
bloque ahora desaparecido. Pero no es menos cierto que retirarlas ante las
demandas del Kremlin (queridos lectores, kremlin es un término genérico,
como lo era acrópolis; pero, al igual que cuando se emplea el término
griego sin gentilicios uno sabe que se está haciendo referencia a la ateniense,
cuando se emplea el ruso, mondo y lirondo, se hace referencia al moscovita y,
metonímicamente, a Rusia) sería una muestra de debilidad inadmisible que no
haría sino reafirmar en sus convicciones al antiguo espía soviético.
Parafraseando Juegos
de guerra, va a resultar que el único movimiento ganador es… no moverse una
pulgada. O una versta, si hablamos en términos eslavos.
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