Los políticos de izquierdas: no permiten que la realidad se interponga en el camino de sus objetivos, y si lo hace, es la realidad la que está equivocada. Se parecen en esto (sólo en esto) un poco a mi madre, no por nada la que estaba más a la izquierda (y tampoco demasiado: digamos que bordeaba el centro) de mi familia próxima.
Ya en varias ocasiones los técnicos de cultura desaconsejaron en el pasado el traslado de la Dama de Elche a su localidad de origen, ya que su antigüedad y fragilidad jugaban en contra. Eso no ha impedido al maricatalino plantear de nuevo la posibilidad, como un guiño populista a los de su cuerda. Y de nuevo la realidad, en forma dedictamen técnico, se ha interpuesto en sus planes.
Hasta la próxima ocasión, claro.
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