La desfachatez de los miembros del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer raya en lo ofensivo. Uno ya no sabe si es que piensan que los españoles son tontos del culo, o que los que son gilipollas perdidos son los miembros del consejo de ninistros.
Hace un par de meses, el
desgobierno, por boca de la ninistra del Paro, Egolanda, presumía
de que la reforma laboral arrojaba unos magníficos datos de paro.
Vamos a asumir que no les traicionó el subconsciente, y que lo que querían
decir es que lo que eran magníficos eran los datos de empleo. Mentira, como cada
vez que un político español de izquierdas abre la boca (y aquí fueron cuatro,
porque a la citada se unieron el psicópata de La Moncloa, el ninistro de
Inseguridad Social y el portacoz en la cámara baja de los de la mano y el
capullo). Veamos.
La reforma laboral, aprobada por real decreto -esa forma de legislar
que Sin vocales tanto criticaba en la oposición y a la que tanto se ha
aficionado una vez cambió el colchón-, entró en vigor con el cambio de año. En ese mes de vigencia -las declaraciones a las que me refiero se produjeron la
víspera de la votación en el Congreso por la que se convalidó ese Real
Decreto-, la Seguridad Social perdió casi doscientos mil afiliados -en
concreto, ciento noventa y siete mil setecientos cincuenta-, y los ERTEs
subieron hasta los ciento cinco mil cuarenta y tres.
Si eso es mejora, casi prefiero quedarme como estaba…
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