Durante la pandemia de la Covid-19 (pandemia que, no lo olvidemos, aún no ha terminado, por más que algunos quieren que no nos acordemos de ella), Fernando Simón se caracterizó por dos cosas: por ser un voceras al servicio del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer-recordemos aquel yo no aconsejaría a mi hijo que fuera a las concentraciones del 8-M, pero tampoco que no fuera-, y por marrar miserablemente en sus predicciones (del uno o dos casos a la variante ómicron no será prevalente, pasando por todo lo demás).
Por eso, cuando tras
detectarse hace un par de semanas ocho posibles casos de viruela del mono, el
susodicho manifestó que no creía que fuera a haber una transmisión importante,
además de preguntarme qué volumen de casos considera este hombre importante,
pensé que más nos valía prepararnos para otra pandemia de proporciones
bíblicas.
Por ello, y por mucho más…
No hay comentarios:
Publicar un comentario