En economía, como en casi todo, hay dos maneras de hacer las cosas: la que sigue la izquierda, y la correcta. Ojo, que no digo que todo lo que hace la derecha está bien hecho: la derecha también hace muchas chapuzas, pero suele ser por seguidismo de las recetas de la izquierda.
Porque cuando la derecha
demuestra criterio, sensatez y preocupación por el bien común, las cosas salen
bien. Y cuando se deja funcionar el mercado, en lugar de imponerle trabas
burocráticas, la economía mejora: la de las empresas, pero también la pública.
Es el caso de la
comunidad autónoma de Madrid, donde a la baja imposición se unió hace poco la
llamada desregulación, esto es, la eliminación de trabas burocráticas. Hasta
hace un mes, la ventanilla anti-trabas había recibido más de doscientas veinte
propuestas, y la nueva Ley de Mercado Abierto puede favorecer la creación de hasta
cincuenta mil empleos.
Ahora que venga Mónica la MeMa y lo critique.
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