Los paralelismos entre Adolf Hitler y Vladimir Putin son cada vez mayores.
El austriaco mostró una ausencia total de empatía y de escrúpulos; el ruso, también. El austriaco fue subiendo progresivamente las apuestas; el ruso, también. El austriaco aludía a la humillación sufrida por su país; el ruso, también. El austriaco proclamaba la necesidad de un espacio vital para los habitantes del país que dirigía con mano de hierro; el ruso, también (más o menos). El austriaco llego al poder por medios democráticos, y desde el poder alteró las normas para perpetuarse en él; el ruso, también. El austriaco echaba a los demás la culpa de su propia incompetencia; el ruso, también. El austriaco era un paranoico; el ruso, también.
El austriaco acabó mal. El ruso…veremos.
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