Desde que los secesionistas catalanes abandonaron las armas y las bombas, y se integraron en formaciones políticas normales (aunque el pasado de alguna de ellas no sea precisamente de los que debe ponerse como ejemplo de respeto a la Ley y los derechos humanos, singularmente la vida y la propiedad ajena), sus actuaciones han oscilado entre lo esperpéntico y lo patético. Aunque, eso sí, siempre a costa del bolsillo de los españoles.
Una de las más recientes
fue la campaña que surgió en la red del pajarito azul como consecuencia de un
mensaje de un antiguo dirigente del Totumrevolutum Incultural en
relación con el espionaje que los servicios secretos españoles (cada vez menos
secretos, gracias al desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de
padecer) realizaron sobre dirigentes secesionistas.
Muestra de lo elevado de
sus procesos mentales y de su fina cortesía, se trata de la etiqueta #aneualamerda
(literlamente, iros a la mierda), campaña a la que se sumó el inefable Cocomocho
desde su refugio en Waterloo.
Teniendo en cuenta que la campaña viene de quienes tienen a un individuo cagando como uno de los emblemas de su región, lo mismo es que nos están invitando a todos a visitarles. Habrá que pedirles que nos indiquen con precisión el camino, ya que deben conocerlo.
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