jueves, 10 de noviembre de 2022

Al moro gurrumino, ni agua

Cuando el psicópata de La Moncloa varió de postura en relación con el Sáhara, se suponía que eso no afectaría a nuestras relaciones con Argelia, además de favorecer las relaciones con Marruecos.

Ya se ha visto que, en cuanto a Argelia, las cosas sí que han cambiado y, de tratarnos como a un socio preferente, como a un país amigo, han pasado a enfilarnos y a reducir el flujo de gas hacia España.

En cuanto a Marruecos, como siempre, sólo miran por sus intereses; es decir, por el del comendador de los creyentes, que es el que, con puño de hierro, dirige y controla los intereses del país. Y si hay que decir en la Organización de las Naciones Unidas (otro foro que tal baila) que Marruecos no tiene frontera terrestre con España y que Melilla es un presidio ocupado, pues se dice.

Aunque, para presidio, el que hay al Sur de esa frontera terrestre que el moro gurrumino niega con tal vehemencia.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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