sábado, 12 de noviembre de 2022

Más de lo mismo

La segunda entrada del día también tiene que ver con la escasa firmeza que muestran los políticos que se proclaman como ecologistas.

Es el caso de los verdes alemanes, de largo el partido sandía de más largo recorrido de los que hay en Europa y, probablemente, en el mundo. Surgidos -o emergidos en la arena política-, si no recuerdo mal, a finales de los ochenta o principios de los noventa, han ido alcanzando paulatinamente cotas de poder, hasta sentarse en el gobierno germano tras las últimas elecciones legislativa.

Y como la política -además del arte de proponer soluciones ineficaces a problemas que, de no ser por la propia política, no existirían- es el arte de lo posible, los verdes alemanes se han tenido que tomar un par de dosis de realidad, tras la decisión del canciller de alargar la vida de las tres últimas centrales nucleares del país.

No sólo eso, sino que ha tenido que ser el titular de Economía y Medio Ambiente, un verde, el que tuviera que defender enel Bundestag tanto esta decisión como el hecho de que el país esté afrontando la crisis energética -crisis en la que Alemania se ha metido solita, tras décadas echándose en loas brazos (o las garras) del oso ruso- quemando más carbón.

Eso sí, el citado ministro ha defendido que el canciller había asumido en solitario el riesgo y afirmó que podía vivir y trabajar con la medida adoptada. Si yo cobrara su sueldo -que ignoro, pero que casi seguro que es superior al mío-, también podría.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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