El psicópata de La Moncloa tiene muchos defectos. De hecho, los tiene prácticamente todos: es falso, despiadado, ambicioso, carente de escrúpulos, egoísta, mentiroso, cobarde, grosero… Sin embargo, algo hay que reconocerle: no es hipócrita, porque cuando algo le molesta se le ve en la cara.
Sucedió a principios de mes, cuando el Banco
Central Europeo desbarató el impuestazo a la banca, señalando que distorsionaráel mercado perjudicando la competencia, al sector y a los consumidores.
¿Reculó el doctor cum fraude? Ni por
asomo. ¿Admitió las indicaciones de la máxima autoridad financiera a nivel
continental? Estarás de broma, querido lector. No, lo que hizo fue restar crédito al informe del BCE -qué sabrán ellos…-, y vincularlo con las ganas
de ayudar de Luis de Guindos, hoy vicepresidente de la institución europea
y ayer ministro de Economía del PP.
Porque, por lo visto, los únicos que están libres de prejuicios ideológicos cuando van a Europa son los de izquierdas. Naturalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario