Cuando Fidel Castro montó su revolución en Cuba, su intención manifestada era, supongo, acabar con la tiranía de Batista. En alguna parte he leído que afirmó que no eran comunistas; pero, claro, ¿qué revolucionario dice a las claras que pretende derrocar a un tirano para colocar a otro -él- en su lugar?
De entonces para acá,
muchas cosas han pasado en la isla, y ninguna buena. Los giliprogres y
los maricomplejines le echan la culpa al bloqueo estadounidense,
que ni es bloqueo ni es nada, puesto que la isla puede comerciar con quien
quiera… salvo con estadounidenses: pero comerció con la Unión Soviética,
comerció con España, comercia con Venezuela…
Eso sí, nunca pensé que
el nivel de abyección del comunismo cubano cayera al punto de pretender transformar el país en una macrogranja humana de vientres de alquiler. No tenían bastante,
a lo que parece, con convertirlo en el burdel del Caribe.
La liberación de la clase obrera consiste en convertirla en borregos, o en gallinas ponedoras, parece.
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