El lenguaje excluyente a veces desciende cotas de ridiculez abismal. Es el caso de la noticia del corazón que se conoció el 1 de Noviembre: el exfutbolista Fernando Hierro y su pareja habían sido padres.
Pero el titular decía que habían
sido padres de un hijo varón, cuando con decir padres de un niño
habría bastado.
Por otra parte, ¿no es tránsfobo considerar que, porque parece un varón, sea efectivamente un varón? A lo mejor de mayor se considera mujer, o elefante, o una lechuga…
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