La amnistía a los golpistas catalanes no debería producirse, y ello por tres razones. El qué, el porqué y el para qué.
En cuanto al qué, la
amnistía en sí es inconstitucional. Hay quienes la defienden diciendo que, ya
que la Ley de Leyes no la prohíbe explícitamente, la permite implícitamente. Pero
sí que impide los indultos de carácter general, y la amnistía es una figura que
va un paso más allá: no es ya que se perdonen los crímenes, es que se dice que
no hubo tales crímenes porque quien delinquió fue, de hecho, el Estado.
En cuanto al porqué, la verdadera
razón se están hinchando a decirla los de la mano y el capullo una y otra vez,
no sabe uno si por desfachatez o por pura estupidez: la hacen por un puñado de
votos, luego el motivo no puede ser más espurio.
Por fin, el para qué. A pesar de
todas las pomposas declaraciones (por parte del psicópata de la Moncloa y sus
lacayos) de que se hace para mejorar la convivencia en Cataluña, para
reconducir las relaciones entre esa región y el resto de España; en resumen. para
calmar a los secesionistas,esa es una cosa que no va a lograr, y los propios
golpistas se han hartado de decir, antes y ahora, que volverán a hacerlo. Es,
por tanto, una decisión literalmente inútil, en el sentido de que no va a
servir para nada útil.
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