Por parte del gremio giliprogre, sección feminazi, se produce una curiosa deficiencia visual, por la que, dependiendo de la ideología de la víctima y/o el autor de un delito de índole sexual, se enervan como hidras o callan como gallinas.
Por ejemplo, si yo dijera que
Ángela Rodríguez padece de sobrepeso, es una sectaria y una inútil, como yo soy
de derechas y ella de izquierdas, me llamarían gordófobo, machista y hasta
fascista. En cambio, cuando a Inés Arrimadas la llamaban puta o deseaban que la
violaran, toda la grey izquierdista de uno y otro sexo mantuvo la boca cerrada.
Igualmente, si una mujer denuncia
malos tratos de su pareja (o expareja, o del padre de sus hijos), todo el ninisterio
de Lomismodá corearán a coro maltratador, y no se retractarán de lo
proferido ni aunque las investigaciones posteriores demuestren que todo fue una
invención de la denunciante.
Y si una mujer, presunta
prostituta, denuncia violación por parte de un trío de personas, y una de esas personas
resulta ser hijo del presidente del Tribunal Constitucional, en este país a
nadie le extraña que esa persona se libre de la exigencia judicial general de no cuestionar la veracidad de la denuncia por violación.
Y eso, aunque esa persona tenga
antecedentes por coacción a jueces, amenazas a punta de pistola, blanqueo de capitales y proxenetismo. Ojo, que no digo que el susodicho no sea un alma
cándida y todas las acusaciones sean infundadas, pero no deja de ser casualidad
que siempre le acusen a él, ¿no?
Y mientras papá, proclive a
ensuciar las togas con el polvo del camino -no digamos ya si el polvo es
presuntamente de su hijo, y perdón por el zafio chiste fácil-, maniobra para imponer la denuncia de la conspiración -lo que decía yo en el párrafo anterior-
en la denuncia por agresión sexual en la que su hijo se ha visto involucrado.
Y como las grandes mentes tienden
a pensar igual, no soy yo el único que se pregunta qué le hubiera pasado a cualquier hombre acusado de agresión sexual que no se apellidase Conde-Pumpido.
No digamos ya si fuera, encima, de derechas.
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