lunes, 13 de noviembre de 2023

Que no, que no es eso…

Es un chiste recurrente el que, cuando se denomina como hijos de puta a terroristas o separatistas, el gremio de meretrices, peripatéticas y demás practicantes del llamado oficio más viejo del mundo se supone que protesta airadamente, señalando que ellas para nada tienen lazos de consanguinidad con los mentados miserables.

Algo así pensé yo cuando leí que las prostitutas habían recurrido -esta vez de verdad- al ninistro de Consumo por el cierre de las páginas de contactos, lo que les habría dejado sin una de sus fuentes de obtención de clientes.

Y es que, pensé yo, llamar a los comunistas hijos de puta no es hacer una referencia a su filiación, sino a su maldad intrínseca.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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