Hay quienes tienen -tenemos- un concepto tan claro de la propia valía-no digo que el concepto sea correcto o acertado, sólo que es claro- que lo que digan los demás les (nos) resbala.
En cambio, a los que tienen , no complejo,
sino conciencia de inferioridad, aunque vayan de machotes por la vida, se les
nota la tara en cómo reaccionan a las críticas. Es el caso del psicópata de la
Moncloa, que sabe que no vale nada y que por eso mismo aplasta a todos los que
le llevan la contraria o, simplemente, discrepan de él. Y si ocurre algo malo,
la culpa nunca será suya, siempre será del (candidato a ser) represaliado.
Algo parecido me imagino que
ocurre con el presidente del Tribunal Prostitucional, antiguo fiscal general
del gobierno y siempre demoledor del Estado de Derecho. Según algunas voces del
mundo judicial, el de la toga sucia se irrita por las críticas, y es un narcisista que cree que los demás deben reconocerle como gran jurista, o callarse.
A ver si lo que resulta es que sabe
que no vale un ardite… o, más inverosímil aún, que va a tener algo parecido a la conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario