Como la estupidez humana no conoce límites, que vino a decir Albert Einstein, no sólo en España se hace el payaso en nombre de no se sabe qué principios.
Es el caso de la primera ministra
de Islandia -un país que, por lo demás, parecía bastante sensato, que se ha
declarado en huelga feminista por la llamada brecha salarial. Leyendo
el artículo, compruebo varias cosas.
Primera, que en la nación más noroccidental
de Europa hay un Partido de la Independencia. Uno no sabe muy bien de
qué o de quiénes quiere independizarse esa gente, o de quiénes temen que les puedan
arrebatar tan preciado bien.
Segundo, que eso de una huelga feminista
consiste en que sólo hacen huelga las mujeres. Siendo progre, debería aclarar si
con ese término hacen referencia a todas en general, o sólo a las cisgénero,
las de toda la vida, grupo al que esta señora -o señorita-, que lleva en
la poltrona ya seis años, parece pertenecer. Si la cosa fuera a la inversa -que
sólo hicieran huelga los varones-, probablemente tal actuación -siendo una
huelga, más bien falta de actuación- sería tildada de discriminatoria e incluso
de (cuidadín cuidadín) machista. Por ello, estimo que huelga feminazi
sería un ´termino más adecuado.
Y tercero -en esto no había
caído-, que ya tiene bemoles que haga huelga en protesta por una situación que,
de existir -la llamada brecha salarial es uno de tantos mitos de la izquierda,
y en Islandia la diferencia en la remuneración media es la menor del
mundo-, estaría en su mano solucionar.
Así que menos holgar y más
trabajar, señora mía.
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