Que al psicópata de la Moncloa no se le da una higa nadie que no sea su persona es algo que demuestra a las primeras de cambio: no tiene ningún problema en dejar a los pies de los caballos a quien sea, aunque ese alguien sea su principal apoyo parlamentario.
Es el caso de la tucana de Fene. Tras
prometerles Egolanda una jornada menor y conciliación, el presidente del
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer empezó a quitar el teletrabajo.
Y luego querrá que le voten.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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