martes, 31 de marzo de 2020

Coronavirus (21)

Las noticias se producen a tal velocidad que, o hago unas entradas larguísimas -de momento, no-, o las voy graduando -de momento, sí- y se coge algo de distancia. Lo cual hace que hoy comente la sesión del Congreso de los Diputados en la que se debatió la prórroga del estado de alarma.
La sesión deparó algunas cosas interesantes. Para empezar, se dijeron verdades como puños, no todas provenientes de partidos de derechas o españolistas. Santiago Abascal, líder de Vox, acusó a los Picapiedra de haberlo hecho todo tarde y mal. Pablo Casado, parece que despojado de ese maricomplejinismo del que ha adolecido la derecha española durante lustros, le dijo al presidente del (des) Gobierno que No estamos para mítines ni soflamas, no defraude a los españoles una vez más, y que Ahora es un momento de unidad, no es tiempo de plantear agendas divisivas, ni marcos ideológicos sectarios. Probablemente al gobierno socialcomunista le resultará como quien oye llover, pero Casado se quedaría muy a gusto diciéndolo, y algunos nos quedamos muy a gusto leyéndolo (no diré escuchándolo porque hace mucho que no oigo cualquier clase de debate político).
La sorpresa vino por parte del diputado que más hace honor a su apellido, al señalar que Si esto es un problema global es porque llegaron tarde. Vamos, la frase es tan acertada que casi podría haberla dicho Cayetana Álvarez de Toledo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

De-generación

Hace mucho tiempo que la izquierda decidió que tenía que adoctrinar a los niños desde su más tierna infancia. Eso cristalizó en la llamada educación para la ciudadanía, que pretendía presentar como naturales conductas y actitudes que para algunos son meras elecciones personales (me hace gracia cuando los progres hablan de opción sexual, porque eso implica que el homosexual no nace, sino que elige serlo) y para otros, directamente, aberraciones.
Hace mes y medio saltó a los medios la noticia de que una profesora en las Islas Baleares había señalado a sus alumnos varones (es de suponer que sólo a los cisgénero) como potenciales violadores y maltratadores. Naturalmente, la presidente regional la defendió. Naturalmente, Vox criticó la defensa de la docente.
Esta joyita (me refiero a la profesora) niega que hubiera denuncias falsas en los casos de violencia doméstica, señala a los hombres como violadores y maltratadores por su condición de hombres y lamenta la llegada al Parlamento español de un partido machista, elitista, fascista y homófobo como Vox. Añade que vivimos en una sociedad absolutamente machista, que los violadores y maltratadores lo son por su condición de hombres y pide los apellidos paternos y maternos a sus alumnos para comprobar si son o no de aquí.
Y ya, a propósito, ¿qué géneros son los que hay que igualar, según el feminazismo? ¿Las mujeres y los hombres? Pero hombre, eso es heteropatriarcal y binario, es decir, retrógrado y fascista…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

lunes, 30 de marzo de 2020

Coronavirus (20)

Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, será una aristócrata y todo lo que Ábalos quiera llamarle. Pero es también una mujer inteligente y sin pelos en la lengua, algo que a la izmierda, peritos en cuotas y discriminación positiva, les saca de quicio.
También es verdad que servidor es de derechas y vota al PP, lee Libertad Digital y escucha esRadio, por lo que estoy predispuesto a valorar favorablemente a alguien que reparte estopa a toda esa patulea de suciolistos y neocom que tenemos la desgracia de padecer. Especialmente atinada estuvo en la sesión parlamentaria en la que se votó la prórroga del estado de alarma, cuando sintetizó el descontrol que supone la actuación del Gobierno con la frase, referida a Pierre Nodoyuna y en mi opinión excesivamente generosa, de Le entregamos máximos poderes y nos devuelve mínima eficacia (yo diría nula eficacia).
Nunca fue tan cierto aquello de lo bueno, si breve, dos veces bueno.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay mal que cien años dure

Sé que voy a repetirme, pero mientras dure esta pandemia, o al menos el confinamiento por la misma, o mientras siga teniendo una lista de asuntos que me daría para escribir entradas durante un mes aunque no hubiera ninguna noticia nueva -a veces me entra la idea de ponerme a escribirlas una tras otra, con lo que la perspectiva se perdería pero se ganaría en inmediatez (al menos en lo que al acto de verbalizar en relación con los sucesos se refiere)… pero esa idea se me pasa pronto- será frecuente que diga que la distancia (temporal) ayuda a poner las cosas en perspectiva. Como ocurre con la de hoy.
Porque hace cuarenta días -veinticuatro horas arriba o abajo, es decir, casi seis semanas, mes y medio-, la noticia era que un juzgado había obligado al Gobierno a entregar las grabaciones del Caso Ábalos tras la denuncia del PP, al ver indicios de delito en la reunión Delcy-Ábalos, y ordenó conservar las grabaciones del aeropuerto.
La reacción del ministro fue decir que estaba tranquilo porque está aforado y le ampara la Ley de Protección de Datos. Aquí, malvado como soy, me dio por pensar que no había dicho que estuviera tranquilo porque era inocente (como sería lo lógico, de serlo), o porque no tenía nada que ocultar. Lo que dijo equivalía, para mí, a un soy más culpable que el pecado, pero ni van a poder probarlo ni, caso de que sí puedan, van a poder hacerme nada.
Si a todo esto añadimos que pareció probado que el Gobierno español sabía que la número dos de la narcodictadura venía a Barajas mucho antes de lo que dijo, quizá la mayor utilidad de esta perspectiva a la que me refería al principio sea que nos permite no olvidar los asuntos pendientes (¿las cuentas a ajustar?) cuando todo esto acabe.
Porque acabará.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

domingo, 29 de marzo de 2020

Coronavirus (19)

Uno podría pensar que los gobernantes españoles, nacionales y regionales, son en gran medida los más ineptos y criminalmente negligentes que cabría tener la desgracia de sufrir. Sorprendentemente, no es así: toda situación es susceptible de empeorar.
Y si no, que se lo digan a los mejicanos. El jefe del Estado, un populista de izquierda, sigue minimizando la importancia del Covid-19 (¿le suena a algún español familiar esta conducta?), animando a sus compatriotas a que salgan a comer y sigan con su vida normal.
La mejor (entiéndase: la peor) parte es cuando dice que los mexicanos por nuestras culturas somos muy resistentes a todas las calamidades, siempre hemos salido adelante y en esta ocasión vamos a salir adelante.
Semejante estulticia sólo puede haberla heredado de sus antepasados españoles por vía paterna y materna. Esos españoles de los cuales abomina y a los cuales exige que pidan perdón por llevarles un poco de civilización.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Por sus hechos les conoceréis

Precisamente ayer, en la entrada correspondiente al Covid-19, mencionaba que un socialista es alguien capaz de defender simultáneamente una cosa y la contraria, afirmando que ambas son ciertas. Y esto ocurre con independencia del nivel intelectual, la preparación académica o el prestigio profesional del socialista en cuestión.
En un Gobierno en el que hasta los que parecen más preparados demuestran ser un cruce entre inútiles y pelotas, no debería habernos sorprendido, aunque lo hizo, que la titular de Exteriores afirmara, sin que le cambiara el gesto -ya lo hizo cuando los periodistas, desconsiderados de ellos, insistieron en seguir preguntando sobre el tema-, que Guaidó es, a la vez y simultáneamente, presidente y líder de la oposición venezolana.
En relación con las visitas de políticos venezolanos a nuestro país -¡qué lejana parece la cosa, y apenas han pasado seis semanas-, el sátrapa venezolano afirmó, entre risas, que lo hablado por Delcy Rodríguez y José Luis Ábalos era secreto, confirmando así que algo hablaron. Mientras, en España, el PP forzó votar el reconocimiento de Guaidó en el Congreso de los Diputados -la sede de la soberanía popular, como suele decirse-, y el PSOE votó que no.
No en contra de reconocerle… sino de que la votación se hiciera siquiera.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

sábado, 28 de marzo de 2020

Coronavirus (18)

Un socialista es alguien capaz de defender simultáneamente una cosa y la contraria (casualmente, veremos eso en la entrada principal de mañana), afirmando que ambas son ciertas y progresistas. Un comunista paleo o neo vendría a ser alguien capaz de defender una cosa, al tiempo que hace exactamente la contraria.
Vamos con los ejemplos. Un comunista es alguien que está en contra de que un ministro viva en un ático de seiscientos mil euros, pero que en cuanto puede se compra por ese importe -declarado- un casoplón en una parcela impresionante sita en una urbanización no precisamente humilde. Un comunista es alguien que critica a una mujer por, estando en política, ser mujer de otro político (atribuyendo, por tanto, el éxito de la primera a la influencia del segundo), al tiempo que coloca a su pareja, primero como adjunta en el partido, y luego como ninistra de da lo mismo. Un comunista es alguien que reclama la cuarentena para aquellos que hayan estado en contacto con los que hayan dado positivo por el coronavirus, pero que se la salta día sí y día también. Un comunista es el que abomina de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, pero que tiene a una pareja de guardias civiles vigilando la entrada de su residencia. Un comunista es alguien que no está ahí por el cargo, pero que modifica las normas para poder seguir en ese cargo. Un comunista es alguien que, cuando está lejos del poder, clama contra los sueldos de los políticos, pero que al pillar cacho eleva los límites que impuso cuando no le afectaban a él.
Una comunista, en fin, es alguien que reclama no hacer un uso partidista de esta crisis… al tiempo que el macho alfa que la promocionó vez tras vez saca un documento sobre el coronavirus en el que ataca al principal partido de la oposición.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Dais asco, miserables

Precisamente anteayer empezó a circular por las redes la noticia de que Abascal iba a comparecer en Televisión Española -esa que dirige Roja María Mateo- para una entrevista. Tanto corrió el bulo que el propio presidente de Vox tuvo que salir a las redes sociales a desmentirlo, en plan (la cita es casi literal) ni me voy a ir hoy a esa cadena ni tengo el menor interés en hacerlo.
Yo ya me recelaba algo parecido, y que lo que circulaba no era más que una reemisión del pásalo de hace mes y medio, cuando sí fue a ser entrevistado. En aquella ocasión, el sindicato comunista promovió una censura preventiva de la entrevista con el objetivo de que ni siquiera llegase a emitirse. A través de un comunicado, el sindicato aseguraba que su presencia en RTVE dañan la democracia y la convivencia de España, que RTVE debía no colaborar en la difusión de la propaganda de los partidos de ultraderecha y que la entrevista supone un blanqueo democrático impropio de un medio público, llamando a la reflexión a quienes defienden que Vox es un partido más del arco parlamentario.
Ya lo dice el artículo al que enlazo, pero ya lo había pensado yo antes de leerlo: no se mostraron tan activos cuando un terrorista convicto y confeso fue entrevistado en esa misma cadena. Por lo visto, entrevistar a un miserable de ultraizquierda no daña la democracia o la convivencia de España, y es lícito colaborar en la difusión de los partidos de ultraizquierda, en su blanqueamiento democrático (aquí podría hacer una referencia oblicua al blanqueamiento que supone la cal viva, pero voy a dejarlo pasar) y en considerar a un partido terrorista como uno más del arco parlamentario.
Ni tampoco pretendieron, claro está, un control preventivo de los mensajes del terrorista.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

viernes, 27 de marzo de 2020

Coronavirus (17)

Cuando tiene lugar una crisis, hay dos tipos de personas (bueno, tres, si contamos a los que no hacen ni una cosa ni la otra; cuatro, si contamos a los que no hacen nada salvo dedicarse a decir lo que se debería hacer; cinco, si contamos a los que no hacen más que criticar; seis… bueno, creo que se me entiende): los que prestan ayuda y los que la piden.
En el caso de la pandemia del COVID-19, entre los primeros estaría, por ejemplo, Amancio Ortega, que tanto personalmente como a través del conglomerado empresarial que dirige, a puesto cuantiosos medios financieros y materiales a disposición de la sociedad, al objeto de mitigar los estragos causados por la inacción e inepcia criminales de este Gobierno que muchos no hemos votado, pero que es el que tenemos (y el que tenemos que padecer, además).
Entre los segundos estarían, en cambio, los medios de comunicación, sobre todo aquellos que se han apresurado a pedir ayuda al Estado por las pérdidas causadas por el estado de alarma. Parecen olvidar que un medio de comunicación -aunque esencial en un sistema democrático, si es que hablamos de medios verdaderamente libres e independientes- no es otra cosa que un negocio, una empresa. Y cuando un negocio no es rentable, se cierra y a otra cosa, mariposa. Además de que, si es el Estado el que los rescata, esos medios quedarían enfeudados con el poder público que les habría sacado del hoyo… o eso pensaría ese poder público, al menos.
Por eso, en una de esas propuestas lógicas que plantea -también las tienen demagógicas e irrealizables, no vayáis a pensar que me ciega la pasión-, Vox quiere impedir semejante rescate. Por si no hubiera suficientes mamones chupando de la teta del Estado, íbamos a poner a más todavía…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

In vino, stultitia

El problema con los progres (debería irme buscando otra manera de empezar este tipo de entradas, porque ésta ya empieza a estar un poco usadita) es que van de lo particular a lo general. Es decir, toman un caso de ataque ad hominem (o ad mulilerem) y lo elevan a la categoría de fobia.
¿Criticas a una mujer? Eres un machista. ¿Criticas a un anciano? Eres un gerontófobo. ¿Criticas a un homosexual? Eres un homófobo. A propósito, alguien debería revisarse las etimologías antes de inventarse palabritas, porque etimológicamente, un homófobo es alguien que odia a los hombres (si partimos del latín homo) o a los iguales (si lo hacemos del griego homos). Es como el caso del austericidio, que contra lo que pretenden los que no enarbolan no supone matar con la austeridad, sino matar a los austeros. Cosas.
A lo que vamos. El trece de Febrero -víspera de San Valentín, mira tú por dónde- saltó la noticia de que un parlamentario regional madrileño neocom había sido expulsado de la formación por machista y lesbófobo. Por lo visto, tras una noche de copas del expulsado y dos mujeres, cuando llegó el momento de regresar a casa, el parlamentario explicó que no podía volver a la suya pues el aparcamiento donde estaba su coche ya había cerrado. Las dos mujeres no vieron inconveniente y le permitieron pasar la noche en el sofá de la vivienda de una de ellas.
Según las mujeres, el varón apareció en el dormitorio, donde ellas estaban manteniendo relaciones sexuales y, tocándose los genitales, les preguntó ¿Esto es para dos o para tres?. El político reconoce que entró y preguntó, pero insiste en que no se tocó delante de ellas. Por su parte, una de las mujeres sostiene que fue un momento superviolento (sólo le faltó añadir te lo juro por Snoopy, o expresión semejante), porque nosotras estábamos sin ropa y teniendo relaciones sexuales, indefensas. Nos sentimos invadidas y pasamos toda la noche con ansiedad.
Ni machista, ni lesbófobo, ni leches: un guarro y punto pelota.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

jueves, 26 de marzo de 2020

Coronavirus (16)

Escuchando el otro día la comparecencia de la ministra portacoz del Gobierno (sí, ya sé, en el pecado llevo la penitencia), se me llevaban los demonios. Salvo contadas excepciones, a los socialistas les ha dado por poner como portavoces del Gobierno a personas no precisamente dotadas para la oratoria.
Recuerdo que, cuando pusieron a Rosa Conde -madre de aquel Ernesto Fidel Vladimiro que, cuando fue detenido por destrozar cámaras del Metro de Madrid, soltó aquello de tan progresista de no sabes con quién estás hablando, o de quién soy hijo, o lindeza semejante-, mi pensamiento (y por aquel entonces mis reacciones políticas eran más viscerales y menos cerebrales) fue si no podían haber encontrado a alguien que no fuera un tartaja.
La Vicevogue, con ese punto de mala uva y ese rostro escurrío, cumplió perfectamente el papel: podías criticarla, pero reírte de ella (salvo por aquella foto en bikini en la que parecía la viva imagen de lo que el personaje de Silvia Marsó en Ana y los siete decía del de Ana Obregón: una escoba con globos) ni se te pasaba por las meninges.
Y Sin vocales puso primero a Celaá, que no era precisamente Demóstenes -quiero decir, Demóstenes después de sus paseos por la playa, no antes-, y ahora tenemos a Montero (la sociata, no la neocom), que sobre salpimentar los seseos y ceceos como le viene en gana, tiene la mala costumbre de comerse las des, y así resulta que el Gobierno ha aprobao el resultao de lo que ha encontrao después de haber buscao, hasta que ha terminao, acabao y finiquitao.
Todo, para hablar mucho y no decir nada. Porque vale que se anuncien los primeros veinte mil millones de euros en créditos en relación con el coronavirus, pero… mira que desconocer el tipo de interés al que va a ser ese préstamo.
Y la que habla es la titular de Hacienda, nada menos…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Buenas nuevas

Hace mes y medio saltaba la noticia de que Teresa Rodríguez (el enlace tiene un error y en la url pone Terasa, de lo que me acabo de dar cuenta…) no seguiría al frente de la franquicia neocom en Andalucía.
Como es habitual en los políticos de izquierdas -tanto más acentuado cuanto más a la izquierda están-, en lugar de decir que se marchaba porque no aguantaba al Chepas, o porque veía que el barco se hundía, o porque quería ser califa (¿califesa?) en lugar del califa, aunque fuera en su taifa, lo que dijo fue que se marchaba, por diferencias estratégicas, de un Podemos masculino, madrileño, universitario y de clase media.
Lo cual no deja de tener su gracia, puesto que tanto ella como su pareja han pasado por la Universidad. Él, al menos, tiene una licenciatura, según Wikipedia. De ella, en cambio, dice que cursó estudios. Que es lo que dicen los de izquierdas cuando no tienen título alguno. Divide et impera, decían los clásicos. Pues nada, que siga la división hasta niveles subatómicos.
Por otra parte, apela al andalucismo ante las reivindicaciones catalanas, vascas, gallegas e incluso Teruel. ¿No se suponía que la izquierda es internacionalista, solidaria, inclusiva y todas esas pamemas?
Ahora va a resultar que es, además, ombliguista.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

miércoles, 25 de marzo de 2020

Coronavirus (15)

Hace tiempo dije en Facebook -y luego he repetido, básicamente en este blog- que la coincidencia de un socialista de la verdad, si se produce, es por error o casualidad. Bueno, en realidad creo que aquellas no fueron exactamente mis palabras, pero la idea era esa. Por otra parte, de lo que sí estoy seguro era de que se referían al hijo de P, embustero acreditado durante varias décadas y en varios gobiernos.
El problema con los socialistas españoles es, pues, que han hecho de la mentira casi una forma de vida. Algo que ha sido llevado al paroxismo bajo la égida de Sin vocales, perito en decir ahora una cosa y dentro de cinco minutos la contraria si ello cree que le puede reportar algún tipo de beneficio inmediato -Pdr Snchz es un cortoplacista absoluto-, por mínimo que sea. Por lo tanto, hay que poner en cuarentena (cachis con la palabrita) todo lo que digan, aunque parezca coincidir con la realidad.
Tomemos el caso de la egabrense que ocupa el segundo puesto en la jerarquía del Gobierno, esa que, siendo ministra de Cultura -no, no voy a mencionar que ella misma dijera que por las mañanas hablaba (por teléfono) en bragas con (creo) los alcaldes-, demostró que no sabía una miaja siquiera de latín (esa lengua tan útil para, como se puso de manifiesto en sede parlamentaria en tiempos del franquismo, el gentilicio de su localidad de origen sea el que es, y no otro… mucho más sonoro).
Hace sólo un par de días se supo que había sido ingresada por un problema de salud. Ingresada, no en un centro público, sino en una clínica privada. Aquí conviene decir que, a diferencia de ellos (ellos son los retroprogres, claro), un servidor no tiene nada, ni a favor ni en contra, de la sanidad privada… pero, al menos, no voy pontificando a favor de la sanidad pública para luego, cuando la cosa de pone de color culo de hormiga, largarme cagando leches a un centro privado. Prosigo.
Al día siguiente por la mañana, el Gobierno no informó sobre el resultado de los análisis practicados a quien era la quinta infectada de la cabecera de la manifestación que el infausto ocho de Marzo pasado tuvo lugar en Madrid, y pidió respeto y guardar la discreción debida. A lo que yo digo que, siendo Carmen Calvo una mujer pública -empleo el término, aunque resulte semánticamente inapropiado, con toda la mala baba del mundo y parte del extranjero-, no hay ni discreción ni leches. Su salud, y más en las circunstancias en que se encuentra España es, como suele decirse, un asunto de interés general.
Por la tarde, lo que decían las fuentes gubernamentales era que los análisis habían dado negativo en coronavirus, pero que la prueba no era concluyente. Que es como decir que no estaba mala, pero que semejante valoración no era definitiva. Ni sí ni no, ni mucho ni poco, ni para comerse el coco... yo ya te digo, una cosa normal (a ver quién pilla la referencia).
Tan provisional era que hoy por la mañana han reconocido que la vicepresiprimer (este apelativo me lo acabo de sacar de la manga, pero creo que lo reutilizaré con sucesivos ordinales en otras ocasiones) ha dado positivo por coronavirus. Justicia poética, creo que lo llaman a eso; no puedo alegrarme del mal ajeno, pero mentiría si no reconociera que tampoco es que me apene demasiado. Eso no me hace buena persona, pero sí humano.
Pero lo más importante es que el Gobierno ha reconocido que mintió. Lo que ya es un avance en un político español -no digamos ya si es de izquierdas-… y hace que cerremos el círculo de esta entrada, enlazando con el principio.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Homo stulto

La estulticia de algunos retroprogres parece no conocer límites. O a lo mejor es la insensibilidad y la falta de empatía de los que no pensamos como ellos la que es inabarcable. Quién sabe.
En cualquier caso, hace mes y medio que los de PETA (Gente por un Tratamiento Ético de los Animales) se descolgaron exigiendo que no se llamase mascota a los animales domésticos porque es despectivo. Querían que se les llamase compañeros, porque el animal es un individuo.
Vamos a dejar aparte la tontería del asunto, puesto que según la segunda acepción de mascota en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, es un animal de compañía (supongo que no me dirán los de PETA que un animal no es un animal), mientras que ninguna de las acepciones de compañero (a saber: persona que se acompaña con otra para algún fin; cada uno de los individuos de que se compone un cuerpo o una comunidad, como un cabildo, un colegio, etc.; en varios juegos, cada uno de los jugadores que se unen y ayudan contra los otros; persona que tiene o corre una misma suerte o fortuna con otra; cosa que hace juego o tiene correspondencia con otra u otras; y persona con la que se convive maritalmente) parece sentarle bien a los animales… salvo algún zoofílico en el sexto caso.
Como decía, vamos a ponernos puñeteros. Etimológicamente, individuo viene de indivisible. ¿Qué pasa entonces con los hormigueros, los panales y los termiteros, en los que cada individuo no es exactamente un individuo -valga la redundancia- individual, sino parte de una mente colmena? ¿Cómo les llamamos entonces?
Ah, problemas, problemas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 24 de marzo de 2020

Coronavirus (14)

Sin vocales está demostrando, con cada día que pasa, que no es más que un zETAp corregido y aumentado, una edición 2.0, un más de lo mismo pero peor. Un saco de aire que no expele más que vacuidades -y eso, siendo clementes y misericordiosos, lentos a la cólera y ricos en clemencia, como dice el salmista del Altísimo-, con el agravante de que a su absoluta falta de empatía -lo que clínicamente se denomina ser un psicópata- une una soberbia injustificada y un egocentrismo recalcitrante.
Porque, vamos, a ver, ¿a santo de qué viene comparecer entre lágrimas para no anunciar nada y pedir que estemos orgullosos de su gestión? ¿Qué utilidad tiene limitarse a contatar que lo peor está por llegar, que la ola va a llegar y que somos el tiempo que respiramos? Ya, como que el viento, que no es de nadie.
Menos mal que algunos políticos, por un lado, y la sociedad civil -o la ciudadanía, como les gusta decir pomposamente a los de izmierda; o la gente, como dicen los neocom- no parecen estar dispuestos a tragar con estas ruedas de molino, y lo hacen saber alto y claro.
Y luego están los que, por decir ahora que algunos -políticos, periodistas, artistas- antepusieron su ideología a nuestras vidas me llaman imbécil, idiota y gilipollas, todo en el mismo mensaje. Pues la verdad, prefiero ser un cabrón insensible a un mentiroso, aunque eso me aproxime a algún conocido al que, cuando no está presente, le reprochamos precisamente eso mismo.
Pero es que aquí nos estamos jugando la vida, no el amor propio.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

El pelo de la dehesa

Hace mes y medio, lo que estaba en el candelabro de la actualidad era la visita de la número dos bolivariana a España, su entrevista -o no, o puede, o algo así pero no- con el ministro de Transportes y demás (¿por qué cambiarle el nombre a Fomento, con lo fácil que era de recordar?), y la cadena de mentiras -puesto que las distintas explicaciones resultan contradictorias, sólo una de ellas, como mucho, puede ser verdad, con lo que las demás son falsas-, rectificaciones y versiones alternativas que los distintos miembros del Gobierno fueron soltando para intentar explicar el pufo.
Después de desvelar que el Gobierno español presionó (en mi opinión, presiona quien puede, no quien quiere, y la capacidad de presión del gabinete Snchz es nula) a otros líderes europeos para que tampoco recibieran a Guaidó y fracasó (lo que confirma lo dicho en mi paréntesis), la portavoz popular en el Congreso pidió explicaciones al susodicho.
El ministro de Transportes no contestó directamente, sino que intentó dar una larga cambiada, y dijo:
Mi tono es burocrático, los burócratas suelen ser gente modesta, sencilla. Su tono es de alcurnia, de una soberbia que ni siquiera tiene necesidad de impostar, es natural, le viene de origen. El origen nos determina, nos acompaña siempre.
Lo que no entiendo es cómo Álvarez de Toledo, inteligente como es, no le respondió en plan de acuerdo, usted es un burócrata y yo una aristócrata… Ahora, ¿quiere contestar a la pregunta?
Eso, por no decir que se puede sacar al burócrata de la mierda, pero que resulta imposible sacar a la mierda del burócrata. Pero claro, yo no me debo a la cortesía parlamentaria... sea eso lo que sea.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

lunes, 23 de marzo de 2020

Coronavirus (13)

A lo largo de todas estas entradas he venido comentando, porque así iban saliendo las noticias, el aspecto sanitario, el político, etcétera de la pandemia del Covid-19. Hoy toca hacerlo del aspecto económico. Y, la verdad, aterra.
Porque hace dos días, los primeros cálculos del efecto del coronavirus en España era que habría recesión y trescientos mil empleos menos en cuatro semanas, más del sesenta por ciento en las pequeñas y medianas empresas (que son, precisamente, las que menos músculo tienen para afrontar una hecatombe de este calado). Eso sí, si sólo dura un mes.
Como, visto lo visto, parece que va a durar más, atémonos los machos, porque como país vamos a quedar arrasado. Sólo espero que la gente no se equivoque de culpables, por más que algunos piensen (mañana escribiré sobre eso) que no es el momento de señalarlos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Día triste para España

Hace hoy exactamente seis semanas saltaba la noticia de que el Congreso daba luz verde a la despenalización de la eutanasia (es decir, a la tramitación de la reforma legal que conduciría a ese resultado) con la oposición de PP y Vox.
Los defensores de la eutanasia mantienen que es un derecho, no una obligación, y que el que esté despenalizada no significa que se vaya a aplicar, por así decirlo, por decreto. Los que nos oponemos a ella -entre los que se encuentran algunos que antes la defendían- lo hacemos, bien desde la Fe -sólo Dios nos da la vida, y sólo Él puede quitárnosla-, bien desde la experiencia de que, una vez abierta esa caja de Pandora, es imposible volver a taparla, y que se recurre a la mal llamada buena muerte en casos en los que no sería necesaria.
Como persona que ha tenido conocidos y familiares cercanos con enfermedades terminales, creo que sé de lo que hablo. Quizá el ser creyente me ayude. No lo sé. Lo que sí sé es que, a diferencia de la viñeta de abajo, no considero ese paso legislativo una victoria, salvo que hablemos de esa cultura de la muerte que también patrocina el aborto.
¿Aplicaría Sin vocales al eutanasia a su madre y a su suegro, que han dado positivo por el coronavirus? Algo me dice que no, visto cómo ha actuado…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

domingo, 22 de marzo de 2020

Coronavirus (12)

En un régimen verdaderamente democrático, todos los ciudadanos, los que mandan y los que obedecen, son exactamente iguales. Es en regímenes totalitarios o paratotalitarios, especialmente cuando son de izquierdas, cuando, aunque se proclame que todos los ciudadanos son iguales, algunos al final sean más iguales que otros.
No voy a hablar aquí de que, habiendo dado positivo la madre y el suegro de Pierre Nodoyuna, se los haya llevado raudo y veloche como un coche, que decía mi padre cuando mis hermanos y yo éramos pequeños, rumbo al Palacio de La Moncloa, donde estarán infinitamente mejor atendidos que en cualquier otra parte (en peor compañía también, pero ese es otro tema). Lo comprendo, es humano preocuparse por los que se quiere -suponiendo que este hombre quiera a alguien más que su reflejo en el espejo-, pero resulta poco ejemplar.
Como también resulta poco ejemplar que el Dúo Picapiedra -Pedro y Pablo, y que me perdonen los dibujos de Hanna-Barbera- se salte la cuarentena día sí y día también, teniendo en sus domicilios personas que han dado positivo. Y lo que ya es de traca es que ese portavoz que la víspera del 8-M confesaba que no aconsejaría a su hijo si ir o no ir a la manifestación diga, sin que se le caiga la cara de vergüenza -suponiendo que la tenga- que Hay situaciones en las que por razones laborales se tienen que hacer excepciones. Sin comentarios.
Así las cosas, no es extraño que el Gobierno se felicite porque el Viernes no se habían cumplido sus peores pronósticos para esa fecha: ochocientos muertos sólo en Madrid y veintiocho mil infectados.
Y lo tenían controlado desde el principio, dicen: mienten más que hablan, para lo que no hay más que escuchar al astronauta, que a saber por qué no se quedó en la Luna…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Dime de qué acusas…

Los golpistas catalanes no paran de demostrar, vez tras vez, lo malas personas que son (para decirlo con suavidad), además de su estulticia galopante.
Hace cinco semanas, una de las fugadas proclamó en el Parlamento Europeo que España inspiró a Hitler. En lo ideológico va a ser un poco complicado, salvo que el pintor austriaco conociera el viaje en el tiempo, puesto que plasmó sus ideas bastante antes de que en España aparecieran movimientos políticos semejantes. En el modo de actuar es más posible, ya que los primeros campos de concentración sí que se dieron en la piel de toro… pero por parte de los republicanos, no de los sublevados y finalmente vencedores de la Guerra Civil.
Más o menos al mismo tiempo, la alcaldesa de Vich hablaba, en la asamblea legislativa regional, del aspecto físico diferente de los catalanes autóctonos. Aunque, teniendo en cuenta el aspecto que tienen tanto el presidente del consejo de gobierno de la región como sus hijos, yo mejor cerraba la boca.
Eso, por no hablar de Jorgito Polluelo, que no es, ni nunca ha sido, un Adonis precisamente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

sábado, 21 de marzo de 2020

Coronavirus (11)

Las noticias sobre el COVID-19 se producen a tal velocidad que ya tengo materia para hoy y para dos días más. Hoy hablaré de un rasgo que parece común a buena parte de los españoles. Y no, no me refiero a la costumbre de hacer chistes de casi todo -costumbre muy sana, por otra parte-, sino a la estupidez congénita, con sus variantes de desfachatez galopante o insensibilidad criminal. Cuatro casos aparecieron en la prensa hace un par de días.
El primero fue el de un jefe de la policía regional catalana. Mal está que la gente se salte las restricciones impuestas por el estado de alarma; pero que lo haga un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que son a un tiempo los encargados de dar ejemplo y de hacer cumplir esas restricciones ya pasa de castaño oscuro. Y no es que estuviera yendo a visitar a alguien, no: el muy cretino estaba practicando deporte. Eso sí, sus superiores no le han multado, ni abierto expediente, ni nada: se han limitado a amonestarle verbalmente. Se ve que, aunque todos somos iguales, algunos son más iguales que otros.
El segundo, un reportaje que apareció en Vanity Fair, relativo al Palacio de La Moncloa. Evidentemente, es probable que la publicación del reportaje estuviera prevista desde mucho antes, y que sólo una desafortunada casualidad haya hecho que la revista lo haya sacado en estos días -pero no me digas que desde Moncloa no podían haber pedido que se retrasara un poco la cosa... hasta el siglo que viene, por ejemplo) donde no todos tenemos metros y metros cuadrados (y medios de sobra) para pasar la cuarentena, a pesar de que la señora de Sin vocales dijera hace años que ojalá pudieran quedarse en su piso de 80 metros en una urbanización con piscina comunitaria. Pero no sé qué les pasa a los progres, que en cuanto tocan poder se les quitan las ganas de seguir viviendo en su piso de toda la vida… Bueno, vale, sí que lo sé, porque lo primero que hicieron las ministras del primer gabinete de Rodríguez fue posar, envueltas en trapitos de lujo, en Vogue, otra publicación dirigida a un público humilde.
El tercero, para demostrar que la estupidez no conoce de barrios, es una alcaldesa del Partido Popular (de la valenciana localidad de Massalavés), que cerveza en mano se saltó la cuerentena. Como en el caso de su vecino de algo más al Norte, se ha descartado represaliarla. ¿La excusa de los juerguistas a los que se unión la primera edil? Que se trataba de un día muy especial para los falleros, y por eso hemos decidido bajar unos vecinos y poner música, algo totalmente desafortunado. Totalmente desafortunado, no: algo rayano en la negligencia criminal.
El último fue el de una fiesta ilegal (ilegal incluso en condiciones normales, así que en éstas, ni te cuento) en un hotel de Leganés. Cuando las patrullas llegaron al local se encontraron con restos de comida caliente, vasos de bebida aún con hielos en su interior, un fuerte olor a tabaco y más de 20 gramos de cocaína (colocados en tres bandejas y lista para consumir), además de recipientes para el almacenamiento de drogas líquidas.
Qué razón tenía Einstein cuando habló de la infinitud de la estupidez humana.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Vanitas vanitatis et omnia vanitas

Como vengo diciendo todos estos días, la crisis del (o de la) COVID-19 hace que las cosas que hace semanas parecían importantes, ahora resulten relativamente banales.
En un mundo relativamente normal, hoy tocaría comentar que el Gobierno había frenado la presentación de su proyecto de presupuestos generales del Estado, confiando en que el Chepas facilitara el diálogo con Izquierda Republicana de Cataluña. También tocaría hablar -porque así lo agrupé- que Chistorra enfrió en esa misma fecha la convocatoria de las elecciones regionales -la maldición de poder celebrar elecciones anticipadas… ¿cómo no van a decir los golpistas catalanes que la esencia de la democracia radica en votar, si en la última década prácticamente no han hecho otra cosa?-, aplazándolas sine die.
Naturalmente, diciendo que tocaría comentar esas noticias las he, de hecho, comentado. Pero, cinco semanas después, se muestra qué prioridades tiene claras cada uno: el Gobierno social-comunista sigue empeñado en intentar sacar adelante sus presupuestos, sin conseguirlo, de momento, y sin presentar un proyecto; los golpistas catalanes siguen mintiendo más que hablando.
A las personas normales, en cambio, sólo nos preocupa sobrevivir.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

viernes, 20 de marzo de 2020

Coronavirus (10)

El Gobierno de España -es decir, fundamentalmente su presidente- no se cansa de proclamar que han hecho y harán lo que sea necesario, cuando sea necesario y mientras sea necesario. A tenor de las circunstancias presentes, parece que eso no es cierto. Veamos.
Por una parte, la presidente de la comunidad autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, denunció ayer que no llega el material sanitario por parte del Gobierno, y que está retenido en aduanas. A esto, Moncloa negó retener el material en aduanas y mostró su enfado con Ayuso por (lo que ellos llamas) iniciar enfrentamientos (por lo visto, alentar caceroladas contra la Monarquía y cosas similares no debe entrar en la categoría de enfrentamientos para la izmierda que nos desgobierna).
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida (¿alguien se imagina, y no tiembla de miedo al hacerlo, que esta crisis nos hubiera pillado con doña Rojelia y su panda de asalta capillas a cargo de los destinos de la Villa?) ha coincidido con su compañera de partido -mientras, en el PSOE no todos están o han estado de acuerdo con las decisiones de Pierre Nodoyuna, aunque también hay populares que funcionan como versos libres respecto a Génova- en la petición al Gobierno de que envíen material porque están -estamos, que servidor vive y escribe desde Madrid-, dice, al límite.
Antes de entrar en materia, dos puntos más: por una parte, Ayuso ha anunciado que empezarán a fabricar y buscar por su cuenta material sanitario; por otra, la razón, que no es otra que el hecho de que los hospitales de Madrid necesitan doscientas mil mascarillas diarias (¿tantas? Así será, pero muchas me parecen), mientras que el Gobierno entrega sólo cincuenta mil (una cuarta parte, para los de letras… aunque bueno, yo soy de letras y puedo hacer la división; claro, que siempre me gustaron -y me gustan- y se me dieron bien las matemáticas).
Tras todo esto, ¿a quién creer? ¿A un político y un gobierno que ha hecho de la mentira, no ya una forma de ejercer el poder, sino una norma de vida, o bien a dos políticos que prefieren no andarse con paños calientes, y que cuando dan positivo en los análisis lo dicen, en lugar de callarse y seguir como si nada? Ahí lo dejo.
Ahora, las cifras, más o menos a mediodía de hoy: en España había (por una vez voy a poner cifras y no tirar de letras, pero no os acostumbréis) 19.980 contagiados, 1.002 fallecidos y 1.588 recuperados; en el mundo, 250.650 contagiados, 10.254 fallecidos y 88.450 recuperados. Saquemos unos cuantos porcentajes:
En España, por cada cien contagiados mueren cinco, y se recuperan ocho. En el mundo, por cada cien contagiados mueren cuatro -más o menos como España-, pero se recuperan treinta y cinco. Por otra parte, ocho de cada cien contagiados son españoles, pero diez de cada cien fallecidos son españoles y, sobre todo, apenas de cada dos recuperados son españoles. ¿Se han hecho las cosas como deberían haberse hecho?
A mí no me lo parece, francamente. Y todavía tenemos que alegrarnos, porque las estimaciones del Gobierno eran mucho peores.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Mataiotes mataioteton, kai panta mataiotes

Qué lejos quedan y qué banales resultan las cosas que pasaban hace apenas cinco semanas.
El once de Febrero, primer día de la negociación entre Partido Popular y Ciudadanos para la presentación, en listas conjuntas, a las elecciones regionales a celebrar (entonces) en Galicia y Vascongadas, Ciudadanos acusaba al PP de egoista y poco claro.
La situación previa era muy diferente en ambas regiones, sobre todo para los populares, ya que los pomelos carecen, a día de hoy, de representación en las asambleas legislativas de ambas comunidades autónomas. Pero mientras que en Galicia el PP lo es prácticamente todo -a la fuerza ahorcan, puesto que nada les vale si no es la mayoría absoluta-, en Vascongadas va, como en Cataluña, camino de no ser prácticamente nada.
Es decir, que en Vascongadas, unidos, quizá podrían mantener, y a lo mejor aumentar, la exigua representación que tienen. El problema es Galicia, donde Núñez Feijoo, supongo que en parte por ir de sobrado, y en parte por marcar distancias con la dirección nacional, se niega en redondo a las listas conjuntas.
Pero, como digo, eso fue hace cinco semanas. Hoy, las elecciones están suspendidas.
¡¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

jueves, 19 de marzo de 2020

Coronavirus (9)

Hoy voy a dedicar la entrada en exclusiva a Su Majestad el Rey don Felipe VI, y casi en exclusiva al discurso que pronunció ayer por la noche. En cualquier caso, la entrada será breve.
Según escuchaba el discurso -de unos años para acá, me ha dado por atender a los discursos oficiales del Jefe del Estado, el actual o el anterior-, dos ideas saltaron a mi mente. La primera, que Felipe VI habla infinitamente mejor que su padre, en el sentido de que es mucho mejor orador; tanto, que podría ser un político profesional. Probablemente, ha tenido mejor formación en ese sentido.
La segunda, que diciendo aproximadamente las mismas cosas, es muchísimo más creíble que Sin vocales. A este último, en realidad, un servidor no le creería ni aunque me estuviera dando la hora y ésta coincidiera con la del observatorio de Greenwich.
Para rematar, Junior -al que, por lo visto, respetar la cuarentena se le da una higa, porque (es un suponer), ya que se la ha saltado una vez, ¿por qué no saltársela más?- alienta las caceroladas contra el Rey, aduciendo que entra dentro de la libertad de expresión.
Ya. Y hacerse de vientre en la refitolera madre del Chepas también, asumo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Borrell, ojo con él

Sé que soy maniqueo, sectario y hasta drástico cuando digo que no hay socialista bueno. Al menos, entre los españoles. Al fin y al cabo, son seres humanos, y por lo tanto imperfectos y falibles. Y para un ojo dispuesto a ver sus defectos, más todavía.
Algunos, sin embargo, son mejores que otros. Estos otros, en cambio, resultan siempre malos, por más que en algunos períodos, breves, parezcan poseídos de un ataque de integridad y decencia, y hagan cosas que cabe respetar. Pero, a la que se despistan, vuelven al camino por el que solían transitar y que abandonaron sólo en apariencia.
Tomemos el caso de José Borrell. Durante el felipato se ganó fama de tío poco, vamos a llamarle así, caritativo, poco preocupado por la gente. Luego, con la llegada de Aznar al poder, emigró a Europa, donde ocupó altas jerarquías en el parlamento europeo; creo recordar que incluso fue presidente de la cámara. Cuando arreció el secesionismo en Cataluña, allí se plantó defendiendo a España y a los españoles.
Todo un espejismo, porque cuando Sin vocales alcanzó la presidencia del Gobierno de España, aupado a una turbamulta de comunistas, separatistas y terroristas, Borrell aceptó ser ministro en su gabinete. Es uno de esos misterios insondables el por qué una persona que tiene ya todo hecho, y que goza incluso de un cierto prestigio -merecido o no, ese es otro tema-, decida volver a la arena política. Ocurrió con Solbes, y ya vimos cómo acabó.
El caso es que, mientras fue ministro, Borrell fue el objetivo de denuestos e improperios -y hasta salivazos- por parte de los golpistas catalanes. Ahora que ha vuelto a Europa, cuando la oposición constitucionalista (o el trifachito, como les llaman los anticonstitucionalistas) pide a la Unión Europea investigar la reunión del ministro español de Fomento y la número dos de la narcodictadura venezolana, el presidente consorte de los suciolistos les manda a estudiar.
Quizá debiera ser él, el que aprendiera de las lecciones de la Historia…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!