En
el último mes y medio han pasado varias cosas en relación con el golpe de
Estado en Cataluña y sucesos colindantes.
Primero,
el secretario general de la asamblea legislativa regional catalana ordenó retirar el escaño a Chistorra… a pesar de lo cual, allí sigue el
muchacho, tan pancho y tan orondo. Luego, con carácter previo a la reunión
entre enemigos de España, ambas partes acordaron un comunicado conjunto y se comprometieron a reunirse mensualmente. Sin embargo, este mes de Marzo va avanzando y de momento no se han tenido noticias de una segunda reunión.
De
la primera reunión, la delegación golpista salió encantada de La
Moncloa, felicitándose por el clima honesto y franco. Teniendo en
cuenta que quienes se habían reunido en aquella sala profesan un asco casi
patológico a la verdad, uno se pregunta si se han vuelto todos imbéciles, o si
bien nos toman por imbéciles a los demás.
Eso
sí, hubo discrepancias entre ierreceos y postconvergentes en cuanto a la valoración: los primeros calificaron el encuentro de punto de
inflexión, mientras que los segundos no se fían de Pierre Nodoyuna. Por
mucho que me desagrade, tengo que reconocer que estoy de acuerdo con los
secuaces de Cocomocho.
Y,
mientras, el bleferóptico con sobrepeso, condenado a la torta de años de
prisión, ya goza de libertad tres días por semana, cuando han pasado unos pocos
meses desde que fue condenado.
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