Cuando
leí la noticia de que una veintena de proetarras lincha a dos guardias civiles en Alsasua me temí lo peor. Porque tenía la idea de que linchar suponía que los dos
miembros de la Benemérita habían fallecido, ya que, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, linchar significa ejecutar sin
proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo.
Pero,
afortunadamente, sólo les propinaron golpes. Es triste que haya que decir afortundamente,
porque en un país medianamente normal estas cosas no ocurrirían, y por lo tanto
no habría que detener al agresor ni imputar delitos a sus cómplices.
Con
un par de tiros se arreglaba… aunque fuesen al aire.
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