A
toro pasado, algunas noticias resultan hasta graciosas. Tristemente graciosas,
pero graciosas al fin y al cabo. Tal es el caso de la que toca comentar hoy.
Porque
hace apenas un mes, la noticia era que Génova (esto es, la dirección nacional
del Partido Popular) no había confirmado a Alonso como candidato en las
elecciones regionales en Vascongadas, mientras que la franquicia regional creía
que Casado no tendría el valor de apartarle.
Pero,
finalmente, Casado hizo lo único, no vamos a decir lógico, pero sí decoroso, y
nombró a otro candidato. Porque Alonso era un candidato que cotizaba a la baja,
tibio con el nacionalismo y más bien sorayista. Mantenerle como candidato era
comprar todos los boletos para el desastre.
No
sabemos qué ocurrirá, pero si se cae, al menos se habrá competido con dignidad.
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