El
verdadero problema de los progres no son las tonterías que son capaces de
decir. Ni siquiera lo es que no se les caiga la cara de vergüenza al soltarlas,
o incluso que estén perfectamente convencidos de ellas. No: el problema real es
que habrá gente que se las tome en serio.
Es
el caso de la mujer que robó succionadores del clítoris para repatirlos entre
sus vecinas. Según Clara Serra, una neocom
de la que hasta ahora no tenía noticia, y de la que sinceramente espero no
volver a tener noticia en el futuro:
Robar está mal así en general, pero si esta señora robó satisfyers para repartirlos entre sus vecinas es para que la nombremos la Robin Hood del feminismo. Una estatua y una calle para ella.
Lo
dicho. El problema no es si habla en serio o no, o si se lo cree o no. El problema
es que habrá gente que crea que esas treinta y cuatro palabras (sí, las he
contado) están cargadas de razón.
Y
a ver quién les convence de lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario