Uno
podría pensar que los gobernantes españoles, nacionales y regionales, son en
gran medida los más ineptos y criminalmente negligentes que cabría tener la
desgracia de sufrir. Sorprendentemente, no es así: toda situación es
susceptible de empeorar.
Y
si no, que se lo digan a los mejicanos. El jefe del Estado, un populista de izquierda,
sigue minimizando la importancia del Covid-19 (¿le suena a algún español
familiar esta conducta?), animando a sus compatriotas a que salgan a comer y sigan con su vida normal.
La
mejor (entiéndase: la peor) parte es cuando dice que los mexicanos por
nuestras culturas somos muy resistentes a todas las calamidades, siempre hemos
salido adelante y en esta ocasión vamos a salir adelante.
Semejante
estulticia sólo puede haberla heredado de sus antepasados españoles por vía
paterna y materna. Esos españoles de los cuales abomina y a los cuales exige
que pidan perdón por llevarles un poco de civilización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario