Además de inútiles y sectarios, los componentes del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer son, del primero al último, estultamente cursis.
Porque
el ninisterio de Defensa -cuya titular, quién lo iba a decir, es de lo
menos impresentable del consejo de ninistros- ha decidido cambiar el
nombre del Hospital Militar Gómez Ulla para añadirle la coletilla centro sanitario de vida y esperanza.
Y
es que a un hospital va uno, en principio o en la mayoría de los casos, a
curarse, con lo que de esperanza casi parece un chiste macabro. Por otra
parte, en un gabinete que promueve el aborto y la eutanasia, lo de vida
es de mal gusto, por decir algo.
Si no está roto, no lo toques, Margarita.
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