Tengo que reconocer que pocas veces he visto tan bien sintetizada la cuestión catalana como cuando leí la siguiente frase de un tal Alberto Soler, de profesión periodista:
A los independentistas se les condenó por sedición porque no existía el delito de gilipollas.
Lo cual
no quiere decir que la considere completamente ajustada a la realidad, claro
está, pero es graciosa. Gilipollas son, fundamentalmente, quienes han creído a
los golpistas. Lo que son básicamente los golpistas -sin excluir un cierto
grado de gilipollez- es una banda de malparidos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario