Radio Televisión Española -creo que ya lo he dicho, y no hace demasiado- siempre ha sido una especie de altavoz del poder de turno. Esto era así, con el franquismo, pero desde la llegada de la democracia -o ese sucedáneo adulterado que tenemos en España-, se ha convertido en una especie de comisariado político de la izmierda, aunque la que gobernara fuera la derecha.
No
quiero decir con esto que, gobernando Aznar o Rajoy, en el ente no se
loaran sus logros; pero incluso en esos periodos (década y media de las últimas
cuatro), el núcleo de izquierdas siempre ha permanecido ahí; y cuando ha
gobernado la izquierda, lo de dejar cancha a la derecha ni se les pasaba por la
cabeza.
Eso
sí, con Roja María Mateo de mandatodo de la cosa, el sectarismo ha
subido tanto como han caído los índices de audiencia. Y tan pronto hacen una
entrevista en Informe Semanal -no estoy seguro de que fuera en ese
programa, pero me viene al pelo para decir que el desgobierno socialcomunista
parece capaz hasta de cargarse al, probablemente, programa más veterano de la
televisión patria- a un terrorista convicto y confeso como publicitan gratis, en
una entrevista masaje, un libro de un separatista catalán (el tema es lo
de menos), prologado por el anteriormente mencionado ultraizquierdista vasco.
Parafraseando al psicópata de la Moncloa: ¿de quién depende Radio Televisión Española? Del Gobierno, ¿no? Pues eso.
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