Como en la entrada principal del día, es difícil saber si la dimisión del anterior JEMAD por haberse saltado el orden teórico de vacunación se debe a vergüenza torera, a una orden de su superior (la ninistra de Defensa, alias la Hormiga Atómica), al acendrado sentido del honor que en general poseen todos los militares o a una combinación de todo lo anterior.
Lo que sí
es claro es que el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de
padecer no ha dado unas normas claras y generales sobre el orden de vacunación;
si las ha dado, no se siguen; y si se siguen, hay quien se las salta.
Por ello, y por mucho más…
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