Quien sabe si para marcar distancia de sus cómplices, quien sabe si por afán de protagonismo, quien sabe si porque de verdad opinan que es todo una pamema, una pantomima, una patraña, una patochada (cuántas palabras que empiezan con pa), el hecho es que líder golpista tras líder golpista se dedican a abominar de la sedicente mesa de diálogo entre el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer y los golpistas.
El último a subirse al carro ha
sido, de momento, el exiliado Cocomocho, que ha despreciado la mesa y ha
llamado a la confrontación con el Estado. Dado que sigue en Waterloo,
sólo le ha faltado decir algo como sujetadme, sujetadme que me pierdo.
A pesar de lo dicho, todos se mueren de ganas por aparecer sentados a la repetidamente mencionada mesa…
No hay comentarios:
Publicar un comentario