Como antes se coge a un mentiroso que a un cojo, era cuestión de tiempo que los implicados en la nefasta, criminal, asesina gestión de la pandemia de la COVID-19 empezaran a reconocer su, ya que no culpa, responsabilidad.
Sobre todo si, como los
niños pequeños, atrapados entre la espada y la pared empiezan a echar la culpa
a los demás.
Ha sido el caso de quien
fuera director del Instituto de Gestión Sanitaria, antiguo INSALUD, en su
escrito de alegaciones presentado al Tribunal de Cuentas cuando le ha sido
remitido el anteproyecto de informe de fiscalización.
Según este caballero,
hubo negligencia al centralizar en el INGESA las compras (prohibiendo a
las Comunidades Autónomas comprar material) durante la pandemia, ya que el
INGESA no tenía preparación en el ámbito del comercio internacional y tenía
pocos recursos. Sonará demagógico, pero eso que se lo digan a los familiares de
los fallecidos.
Por ello, y por mucho
más…
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