En España, cuando un gobierno de izquierdas se encuentra en medio de una crisis económica -y no me preguntes por qué, pero cada vez que tiene lugar una crisis económica, nacional o internacional, en España gobiernan las izquierdas-, el gobierno toma indefectiblemente dos decisiones: la primera, negar categóricamente que tengan nada que ver en dicha situación; y la segunda, echar sobre los hombros de los ciudadanos el salir adelante.
El desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer no iba a ser menos, por supuesto.
Ante la escalada imparable en los precios del petróleo, han comenzado por
echarle la culpa a Putin, por invadir Ucrania. No voy a negar que algo tendrá
que ver, pero la gestión criminal que la izquierda -y, por omisión, la derecha-
ha hecho en materia energética hace que tanto la guerra de Ucrania como las represalias
que Argelia está tomando con motivo del volantazo del psicópata en relación con
el Sáhara -que a Argel le importen o no los saharauis es irrelevante, lo único
cierto es que se rige por la regla de haga lo que haga Marruecos, yo me
opongo- nos estén afectando de mala manera. ¿Baja el gobierno los
impuestos? Para qué, si es más fácil que los conductores circulen a cien kilómetros por hora para ahorrar gasolina…
La pata la meten ellos, pero las consecuencias las pagamos nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario