Puesto que el legislativo y el ejecutivo-ejecutor van de la mano en su propósito de dinamitar España, parece que le toca al tercero de los poderes del Estado asumir la tarea de defender al país.
Y así parece estar
siendo, desde las resoluciones en relación con el ahogamiento lingüístico en
Cataluña hasta la rectificación del Tribunal Supremo, admitiendo a trámite los recursos contra el indulto a los golpistas del butifarrendum dos.
Mientras hay vida hay esperanza.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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