Como todos los años por estas fechas, toca hacer balance de los últimos trescientos sesenta y cinco días (el año que viene, Dios mediante, serán trescientos sesenta y seis), al menos en lo que se refiere a este blog.
El número de entradas ha sido, contando ésta, de setecientas sesenta y
siete, capicúa y la segunda mejor marca. Teniendo en cuenta que he mantenido la
cadencia de dos entradas mínimas al día, más los veintiséis libros que me he leído,
más las series televisivas que han terminado, es probable que, salvo una no
deseable superabundacia o carencia de materia para escribir, esta sea la
cadencia para los próximos años… con lo cual, dentro de tres o cuatro (es
decir, a las puertas del próximo bisiesto) rondaré las diez mil entradas.
La primera visita desde un país extranjero fue desde Países Bajos, el
doce de Enero a las 07.02.08. Dos segundos después se producía la primera
visita desde un país nuevo (Austria) y el diecisiete desde Nicaragua (a las 06.01.19),
lo que, sumados a los cincuenta y tres que decía hace un año que tenía deberían
hacer cincuenta y cinco… pero el marcador sólo me indica cincuenta y cuatro. Y me leyeron desde veinticinco países, además de España.
Logré rematar las inscripciones en tengwar y cirth de las obras de
Tolkien, empecé con las propias y tuve un parón momentáneo en Diciembre pasado;
pero en unas horas debería aparecer la última de un libro de Tolkien, y en
Febrero y Marzo las dos últimas, de elaboración propia.
La crisis del PP paró (de momento), la catalana prosiguió y la guerra
en Ucrania no ha dado grandes noticias (al menos, que me pareciera oportuno
comentar).
Lo que sí ha sido una novedad fue la irrupción de la inteligencia artificial,
que empleo con creciente frecuencia a modo de dibujante particular para crear
las imágenes que publico en mis entradas. De hecho, por una vez, me voy a
despedir con un video (de imágenes creadas por inteligencia artificial), y no
con una imagen.
¡¡¡FELIZ 2.024!!!