Hay un dicho -no se si llega a la categoría de refrán, probablemente se quede sólo en frase de uso común- que dice que es muy fácil torear desde la barrera, en el sentido de que aconsejar resulta, si no sencillo, sí más fácil que hacer uno mismo las cosas (además de profundamente irritante, con frecuencia, para el aconsejado).
Y yo, en este blog, me dedico
básicamente a eso, a torear desde la barrera, a decir lo que creo que los
políticos deberían (o no deberían) hacer, pero no hago nada por mí mismo. Es decir,
que critico, pero no predico con el ejemplo. O por no manifestar de un modo más
explícito mis opiniones, como por ejemplo yendo a manifestaciones o concentraciones.
Es decir, digo que me parece bien
(por poner el caso) que la gente se concentre en Ferraz delante de la sede del
PSOE, aunque no se me pase por la cabeza el ir a una de esas concentraciones,
al tiempo que digo que no creo que esas concentraciones(o cualquiera, por poner
el caso) tengan algún efecto tangible, y menos en alguien tan psicopáticamente
soberbio como Pedro Sánchez.
Por defender de boquilla, en
resumen, cosas que no defiendo con mis actos.
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