Con el paso del tiempo hemos venido a considerar como algo poco menos que inevitable que los partidos políticos coloquen en los puestos de responsabilidad a personas de su cuerda.
Pero esto es una cosa, y lo que
está haciendo el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de
padecer -es decir, el psicópata de la Moncloa, puesto que no hay más voluntad
que la suya, ya que no tolera otra- es otra muy distinta. Es una desvergüenza tan
obscena que resulta casi pornográfica. Perdida el pudor, están arramblando con
todo sin el menor recato.
Y si colocaron al frente del
Centro de Investigaciones Sociológicas -Centro de Instigaciones Socialistas,
habría que rebautizarlo- a uno que hasta tres semanas antes ocupaba un puesto
en la ejecutiva del partido de la mano y el capullo, ahora colocan al frente de
la Agencia Efe (¿de Fraudez?) a quien, siendo secretario de Estado de
Comunicación criticó la tendencia enfermiza de los periodistas a hacer
preguntas.
Este mamarracho, y su patrón, confunden periodismo con propaganda.
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