Dice no sé qué adagio que las únicas batallas que no se ganan son aquellas que no se disputan. Del mismo modo podría decirse que cuando se ejercita lo que (creo) llaman la mejor parte del valor, es decir, cuando se elige no combatir, tampoco se pierde.
Y eso es lo que ha hecho el
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer. Para evitar
sufrir una severa derrota en la votación sobre declarar el catalán, el gallego
y el vascuence como lenguas oficiales de la Unión Europea, el psicópata de la
Moncloa, Napoleonchu y demás compañeros mártires han aplazado indefinidamente la propuesta.
O, como decían en la película Scaramouche (uno de los puntos en los que superaba a la novela en la que se basaba)… a perpetuidad.
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