La izquierda española, los secesionistas y los terroristas tienen muchos rasgos en común (siendo los dos más relevantes su afán liberticida y el odio a España), pero hay algo que diferencia a la primera de los dos últimos, y es que siempre miente, mientras que los demás, aunque cobardes, son sinceros en sus declaraciones.
Por eso, si se les da una escapatoria,
los izquierdistas españoles -en especial los de la mano y el capullo- buscarán
un modo de evadirse, dar una larga cambiada o echar la culpa a los demás (a la
derecha patria, se entiende).
La única manera es ponerles en la
disyuntiva de tener que decir sí o no… y, entonces, no siempre
hacen lo correcto, y cuando lo hacen buscan justificarlo del modo que sea,
aunque ese modo sea de lo más estrambótico: el PSOE defendía el no al
ingreso en la OTAN, hasta que tuvo que cumplir la promesa (algunas promesas
electorales, pocas, la izquierda las cumple) de convocar un referéndum sobre el
tema, y se vio forzado a pedir el Sí.
Por eso, está bien que el Partido
Popular haya presentado una proposición de ley para que se retome la
investigación de todos los crímenes sin juzgar de la banda vasca terrorista de
ultraizquierda. Y está bien porque todos los grupos del Congreso, incluidos el
del psicópata de la Moncloa y el de ETA, tendrán que votar si respaldan relazar las investigaciones, o si quieren dar carpetazo a la acción judicial contra los
etarras.
Duros contra pesetas a que dicen
que el PP lo que busca es instrumentalizar a las víctimas.
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