Empecé a comprar la revista Muy interesante en Diciembre de 1.985 o Enero de 1.986, y no he dejado de hacerlo desde entonces. También compré, durante sus primeros cien números, la revista derivada Muy Historia, pero dejé de hacerlo porque, además de que empezaba a repetirse, su línea editorial podía resumirse en un rojos buenos, fachas malos y el Islam es guay y el cristianismo ha sido una lacra.
Durante una temporada (una
década, quizá), parecía que a los de Muy les imponían dedicar una
portada al año al sexo, y otra a atacar de alguna manera al catolicismo. Pero la
cosa se toleraba porque, fiel a su lema, seguía siendo la revista para saber
más de todo.
Sin embargo, de unos años a esta
parte la cosa ha ido a peor. Más fotos y tipo de letra más grande, con lo que
hay menos texto; muchas más erratas por número, al punto que parece que nadie
se ocupa de revisar los artículos, ni siquiera el corrector del procesador de
texto; y una cada vez más indisimulada deriva hacia el lado rojo del espectro
político.
El colmo de la estupidez se
produjo hace un par de meses, en una entrevista a los autores de un libro en el
que buscan demostrar científicamente la tesis de la existencia de Dios. Al parecer,
temerosos del qué rebuznarán sus lectores, se sintieron obligados a
incluir la siguiente aclaración:
Este artículo
es una entrevista. Las opiniones expresadas por los autores del libro “Dios, la
ciencia, las pruebas” no necesariamente representan a las de Muy Interesante.
Además de rojos, tontos.
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