Cuando el gorila rojo llegó al poder en Venezuela, la gente decía que en España esas cosas no podían pasar. Como casi siempre ocurre, el que piensa mal suele acertar.
Todavía no hemos llegado a los
niveles de Venezuela, pero vamos camino de ello. Frente al exprópiese del
comandante, los castellanomanchegos han decidido que podrán expropiarse
aquellas que no acrediten una función social. Naturalmente, queda al
arbitrio de los de la mano y el capullo determinar qué fincas acreditan o dejan
de acreditar dicha función.
Mientras, los neocom
pretenden prohibir los vuelos en España si el trayecto se puede hacer en tren. No
sé si el psicópata de La Moncloa se habrá enterado, porque casi todos sus
viajes podrían hacerse en tren.
Aunque si va a Extremadura, a saber cuándo llegará…
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