De las series del Arrowverso, ésta ha sido la más peculiar.
En primer lugar, por su brevedad: tres temporadas de apenas una docena de episodios cada una, que además transcurren en poco más de un año de tiempo ficticio.
En segundo lugar, por permanecer al
margen de universo principal, una especie de encapsulamiento al que sin
duda contribuyese el que los personajes de los que tomaba referencia eran los
miembros de la Sociedad de Justicia de América, anteriores por tanto en una generación
a los Flash, Flecha Verde, Supergirl y demás.
Finalmente, por el hecho de que los personajes principales fueran todos adolescentes o preadolescentes, lo que ha producido una curiosa mezcla entre tebeo de superhéroes y dramedia juvenil que no se veía desde Smallville.
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