La coalición Frankenstein existe por una decisión voluntaria, deliberada y consciente del psicópata de La Moncloa. Pudiendo haberse apoyado en Ciudadanos o en el Partido Popular, eligió hacerlo en comunistas, separatistas, terroristas, fascistas y racistas.
Por eso, a nadie debe
sorprenderle que, entre lo malo y lo peor, elija siempre lo peor. En Vascongadas
ha descartado a los epígonos del racista oligofrénico, en favor de los asesinos
terroristas de ultraizquierda. Y en Cataluña, el filósofo perico ha decidido hacer pinza con el bleferóptico con sobrepeso para echar a la condenada por
corrupción que presidiera la asamblea legislativa regional y preside a los jotaporcatos.
Lo dicho: lo hace porque le da la
presidencial gana.
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