martes, 18 de abril de 2023

Reflexiones atemporales CLI – Doble rasero por Alí, doble rasero por Alá

Los apologetas -y los tontos útiles, que también los hay- del islam suelen definirlo como religión de paz.

En realidad, los discípulos de Mahoma son los únicos, de las tres religiones del libro -y, hasta donde se me alcanza, de cualquier religión del mundo-, que iniciaron su expansión por la fuerza, a sangre y fuego. El judaísmo nunca ha mostrado mayor interés por expandirse más allá de Israel, y el cristianismo, si bien ha tenido épocas en las que expandió por las malas (la espada y la cruz, ya se sabe), no empezó así y, en la actualidad, tampoco lo hace. Los musulmanes, en cambio, empezaron a expandirse con la violencia, primero de Medina a La Meca, luego a toda Arabia y, posteriormente, al Norte de África, la península Ibérica… De hecho, sólo dejaron de expandirse cuando se les detuvo, fuera en Covadonga, en Poitiers o en Viena.

Y, en la actualidad, es prácticamente la única religión cuyos fieles invocan su fe para justificar atentados terroristas. Ojo, que no digo que la mayoría de los musulmanes sean terroristas, pero sí que la mayoría de los terroristas religiosos son musulmanes.

Por otra parte, muestran gran intolerancia hacia -entre otros colectivos- los apóstatas o los (según ellos blasfemos). Pero, incluso en esto, hay diferencias. Salman Rushdie vive con la carga de una fetua lanzada por el ayatolá Jomeini, que de hecho supone una amenaza de muerte que pende constantemente sobre su cabeza, como demuestra el atentado que sufrió en Agosto de 2.022.

En cambio -y aquí quería yo llegar-,Wallace Fard Muhammad, fundador de la Nación del Islam, era el mismísimo Alá, al decir de Elijah Muhammad, que le sucedió. Al parecer, escribir una novela o hacer unos chistes resulta mucho más grave que proclamarse la encarnación de la divinidad.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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