Las aguas bajan revueltas a la izquierda del espectro político español. Para los que nos encontramos en la margen derecha son buenas noticias, porque todo lo que sea malo para la izquierda es, en principio, bueno para España.
Como he dicho varias veces, a
pesar de sus proclamas colectivistas el marxismo es una ideología profundamente
individualista: uno manda y los demás obedecen. El problema es que suele haber
más de uno queriendo ser el que manda y, claro está, hay que andar dirimiendo,
por las buenas o por las malas -por las malas en el pasado, por las (más o
menos) buenas en el presente, salvo en las dictaduras comunistas, donde las
cosas se siguen haciendo como antes- quien es el que manda.
Pero, como digo, en la izquierda
andan a la gresca. No sólo en el seno del desgobierno socialcomunista que
tenemos la desgracia de padecer, sino dentro de la parte neocom, entre
las ramas que podríamos llamar feminazista y comunista cuqui (entre
los de la mano y el capullo, de momento, no vuelan las navajas porque el psicópata
las ha confiscado todas, pero si se confirman los pronósticos electorales
tendremos luz de navajas en poco más de un mes), que encabezarían
respectivamente el dúo Juanita Petarda y la marquesa de Villa Tinaja
-con el chepas manejando los hilos entre bambalinas- y la tucana de Fene.
Y, ante el guirigay que se montó
con el engendro legislativo de la ley Sánchez-Montero, por otro nombre del
sólo sí es sí, empezaron a aflorar las tensiones, tensiones que fueron a
más cuando los de Ferraz decidieron patrocinar a la gallega como marca
blanqueada de los morados. Y claro, Egolanda se vino arriba y dijo que la que
tenía tirón era ella, y las neocom sostenían que ellas tenían la marca y
la organización, y ambas partes querían que la otra le rindiera pleitesía
electoral a la una…
Total, que mientras se tiraban
los trastos, en Ferraz temían que las dos ninistras salieran del consejo
de ninistros si no se alcanzaba un acuerdo con Yoli Tenacillas. Olvidan
que nada les gusta más a esas muertas de hambre que tener el culo bien aposentado
en un sillón oficial, por lo que no las sacan del gabinete ni con agua caliente,
salvo con los pies por delante…
…y pataleando como posesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario