A la hora de la verdad, pocas son las naciones que mantienen sus principios cuando de monises se trata. Si encima eres un psicópata sin escrúpulos, menos aún… porque, en realidad, no tienes principios que mantener.
Es el caso de la reciente visita
del psicópata de La Moncloa a la China comunista. Dice el titular que Sánchez dejará los derechos humanos en segundo plano durante su reunión con la cúpula de la dictadura china.
Pero es que a Sin Vocales,
los derechos humanos nunca le han importado una higa. El Islam es una religión
que, a poco que te descuides en su interpretación, atenaza a las mujeres y
condena a los homosexuales. Y hay cerca de mil millones de personas que siguen
esa interpretación, de buen grado o por la fuerza, pero es no impide a presuntos
defensores de mujeres y homosexuales manifestarse a favor, e incluso recibir
fondos, de una de las peores teocracias liberticidas del mundo.
Así las cosas, la actitud de Pdr Snchz no debería sorprendernos. Es, ni más ni menos, que el corolario lógico de una existencia en la que lo único que importa es la propia supervivencia política.
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