En el PP, cada vez que hay uno que manda siempre surgen aspirantes, o al menos el que manda ve fantasmas en todas partes. En el PSOE (y la izquierda en general), cuando uno manda se dedica a eliminar a toda posible competencia, y los que permanecen callan; por eso, cuando el que mandaba cae, todos andan como pollos sin cabeza.
Según mis notas, la idea para
esta entrada vino de pensar en quién fue el primer titular de Exteriores del
psicópata de La Moncloa (pista: Borrell), y de ahí pasé -Dios sabe por qué,
salvo quizá por el hecho de que fue quien asumió provisionalmente esa cartera
cuando Ojo-con-él marchó a Europa- a Madgadita, una que parece ser de
las pocas con un poco de criterio propio pero que asiente a todo lo que dice su
jefe de filas.
De nuevo según mis notas, pasé mentalmente
a Cospedal y Triple S, que en la época de Rajoy eran quienes se disputaban
la preferencia del jefe, y que luego fueron quienes aspiraron a sustituirle;
pero se anularon mutuamente, surgió Casado… y éste empezó a ver complots en la
Puerta del Sol.
Y, de nuevo según mis notas, de
ahí extrapolé a la conclusión con la que abro esta entrada. Que, repito, no sé
cómo llegué a ella, pero que mantengo.
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