No es servilismo, porque ello supondría un espíritu humillado y rastrero, y el manchador de togas será muchas cosas, pero de ningún modo humilde.
Se trata más bien de connivencia
con el psicópata de la Moncloa y su desgobierno socialcomunista, que tenemos la
desgracia de padecer. Está presto a ayudarle en su propósito de destrozar a España
y a los españoles.
Así las cosas, no es de extrañar
que el Tribunal Prostitucional haya dado la razón al consejo de ninistros
en lo relativo a subir los impuestos a las herencias en vida: más para la saca.
Si desde la Moncloa dijeran que
la Tierra es plana, en Doménico Scarlatti se oiría un Señor, ¡sí, señor! estentóreo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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