Timothy Zahn parece haberse ganado -merecidamente, por otra parte- el derecho a hacer con sus personajes del universo de La guerra de las galaxias lo que le de la real gana. Incluso escribir sobre ellos sin que aparezca nadie más de ese universo.
Si en la primera novela aparecía Anakin
Skywalker -y, de pasada, Padmé Amidala-, probablemente sólo a efectos de ubicar
los acontecimientos, en este segundo volumen sólo se hace referencia de pasada a
que existe algo fuera de las Regiones Desconocidas (desconocidas para los
personajes centrales de la saga creada por Lucas, claro), y a que lo que los
Chiss llaman tercera visión hay quienes lo llaman Fuerza.
Por otra parte, si al final del
primer volumen se desvelaba el nombre del enemigo principal, Jixtus, al final
de éste se revela a qué especie pertenece: los Grysk.
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